Cuando se habla de aromaterapia muchas personas consideran que se está aludiendo a una técnica que utiliza los aromas para estimular determinados estados de ánimo. La aromaterapia científica, sin embargo, es una ciencia creada con objetivos terapéuticos y grandes logros conseguidos gracias a los efectos farmacológicos de los Aceites Esenciales (AE). Se trata, pues, de una ciencia médica, rigurosa y respetuosa con el medio ambiente. Aquí te hablamos más de ella y de sus acciones farmacológicas.
Los AE son ¨fármacos-productos¨, odoríferos, contenidos en los vegetales y constituidos por una mezcla compleja de sustancias volátiles. Los AE están muy extendidos en el mundo vegetal, especialmente en las siguientes familias botánicas: Pináceas, Cupresáceas, Mirtáceas, Lauráceas, Rutáceas, Verbenáceas, Apiáceas, Lamiáceas y Asteráceas.
Se localizan en diversos órganos de la planta: en la sumidad florida (lavanda, menta), en la corteza (canela), en la raíz (vetiver), en el rizoma (jengibre), en los frutos (hinojo, anís verde) o en la madera (cedro) y se les atribuye una serie de funciones de defensa en los vegetales: adaptación metabólica frente al estrés hídrico, protección frente a gérmenes (germicidas), insectos (ahuyentadores) y herbívoros, o de atracción de insectos polinizadores. En general, constituyen del 0,1 al 1 por ciento del peso seco total de la planta.
A temperatura ambiente son líquidos, generalmente incoloros o amarillentos, frecuentemente menos densos que el agua (salvo raras excepciones como los aceites esenciales de canela, sasafrás y clavo), con un alto índice de refracción y escasa solubilidad en agua.
Químicamente están constituidos por una mezcla compleja de componentes y sus acciones farmacológicas son muy variadas, aunque todos presentan una en común, la de ser antisépticos.
Son muy activos farmacológicamente, por lo que con ellos puede darse fácilmente una sobredosificación, incluso con aceites esenciales extraídos de plantas poco tóxicas. Hay que tener en cuenta que son productos concentrados, que en raras ocasiones están en una proporción superior al 1% del peso de la planta en seco. Esto quiere decir que si tomamos 1 g de AE estaríamos tomando aproximadamente 100 g de planta seca, cantidad ya muy considerable.
Siempre es importante asesorarse por un experto en aromaterapia antes de usar un aceite esencial, sobre todo para uso tópico, vía oral, en embarazadas, niños y bebes.